Biblioteca Salvador Jorge Blanco en Costa Rica

El pasado 26 de julio, se reinauguró la Biblioteca Salvador Jorge Blanco, en la Escuela República Dominicana, ubicada en San José, Costa Rica.

Ese día fue muy emotivo porque pude cumplir con un plan que teníamos mi hermano Orlando y yo de llevar libros. recordar y reconocer a nuestro padre, Salvador Jorge Blanco,  al enterarnos  que existía una  biblioteca en Costa Rica que llevaba su nombre, en ese país que tanto admiraba y al que le unían vínculos con grandes amistades, además porque como sus hijos nos sentíamos orgullosos de que el legado político, social y jurídico de mi papá, trascendiera las fronteras dominicanas.

Aquí mis palabras pronunciadas ese 26 de julio:

“Tenía mucho tiempo pensando en las palabras que tenía que pronunciar en este día, que esperaba con muchas ansias porque desde que la Embajadora Mayerlyn llegó nos habló, tanto a mi hermano Orlando y a mi, sobre esta biblioteca que lleva el nombre de nuestro padre, Salvador Jorge Blanco, aquí en la Escuela República Dominicana, teníamos pensado hacer los mejores esfuerzos para que esto fuera una realidad y gracias al aporte del Ministerio Administrativo de la Presidencia de la República Dominicana, se pudo llevar a cabo.

Y hoy me siento muy honrada como hija de mi papá, y en nombre de mi hermano Orlando, quien fue Ministro de Medio Ambiente, y sé que hoy también está muy feliz, y dar en nuestro nombre y de mi mamá Asela Mera de Jorge, unas breves palabras, para que conozcan un poco sobre la historia de mi papá y por qué significa tanto para la familia Jorge Blanco y Jorge Mera que esta biblioteca lleve su nombre.


Mi papá Salvador Jorge Blanco, fue abogado, político, senador de Santo Domingo de 1978 a 1982; y posteriormente presidente de la RD de 1982 a 1986.

Papá fue un gran abogado, siempre involucrado con casos en búsqueda de justicia, fue defensor de presos políticos durante el gobierno de los 12 años del Dr. Balaguer, y era un hombre que creía en las libertades públicas, en los derechos humanos.

De ahí también su gran admiración que tenía hacia Costa Rica, a la que llamaba la Suiza de América, donde llegó a tener grandes amigos, como el entonces presidente Luis Alberto Monge, que fue presidente en el mismo período que él de 1982 a 1986 aquí en Costa Rica; igualmente designó como embajador al señor Marcos Iglesias, de quien era muy amigo y don Marcos hizo las diligencias también para que esta biblioteca llevara su nombre; y también hizo una gran amistad con el Dr. Rodolfo Piza Rocafort.

Recuerdo que mencionaba con mucha admiración que aquí en Costa Rica habían eliminado el ejército y mencionaba los avances en derechos humanos y en materia de educación, tanto así que es la sede de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Mi papá fue un gran abogado y ser humano.

Nos enseñó y transmitió grandes lecciones que aún viven en mí y que quiero transmitirles a ustedes. Nos decía:

• Que todos los días había que leer por lo menos un periódico, para mantenernos al tanto de lo que está sucediendo en el país y en el mundo.

• Nos motivaba a leer libros y muchas veces leía libros y nos los iba contando mientras estábamos sentados. Así escuchábamos cómo nos contaba sobre Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez y La Casa de los Espíritus, de Isabel Allende.

• Nos motivaba a estudiar, a escribir.

• No era un hombre apegado al poder. Defendía desde que era senador la no reelección presidencial en nuestro país porque causado mucho daño a la democracia e incluso presentó en 1978 una ley de amnistía por los presos políticos y exiliados. Y al llegar a la presidencia así lo dijo desde el principio que no se iba a reelegir y nos sentó a mi hermano Orlando y a mi y nos dijo: esto será temporal, se les acercarán muchas personas y nuevos amigos y amigas, pero recuerden que sólo serán cuatro años. Y nos dijo una frase que siempre recordaremos y recuerdo todos los días: el poder es como la sombra que pasa.

• Otra lección que siempre recuerdo: no morirse en la víspera. No adelantarnos a los acontecimientos. Ser paciente y esperar antes de tomar cualquier acción o decisión.

• No guardar rencores. A pesar de los ataques de que fue y fuimos víctimas, como más adelante contaré, nunca vimos de parte de él o de mi mamá expresarse de forma rencorosa o despectiva contra sus atacantes.

Aprendimos de él no sólo por lo que nos decía, sino también aprendimos sobre todo con su ejemplo.

Durante la presidencia, todas las medidas que tomaba para el país, las implementaba en la casa. Recuerdo que decía: estamos en austeridad, cero gastos excesivos y comíamos productos locales para apoyar la producción local, por ejemplo, de habichuelas negras o frijoles negros.

Tuvo que tomar medidas económicas muy fuertes en ese momento para el país, pero que al final si no hubiera tomados esas medidas y. firmar acuerdos con el FMI, la República Dominicana no estuviera disfrutando hoy de la estabilidad económica y financiera que estamos viviendo. Fue muy valiente.

Me alegro tanto que exista una biblioteca con el nombre de mi papá, porque amaba los libros. Leía y escribía todos los días, en una libreta amarilla que mantenía en una mesita dentro de su habitación. Los subrayaba y escribía notas en ellos.

Quiero que sepan también que mi papá, al salir del poder, fue objeto de una de las persecuciones políticas más fuertes vividas en la época de la democracia dominicana. Fue condenado a 20 años de prisión por alegada corrupción, todo planificado y orquestado por el entonces presidente Balaguer. Estuvo en prisión y en el año 2001 fue descargado totalmente por la Corte de Apelación Penal del Distrito Nacional.

En medio de esa persecución política, estuvimos asilados en la Embajada de Venezuela en Santo Domingo, salimos a los Estados Unidos posteriormente y cuando decidió regresar al país yo le dije: ¿papá tu sabes que tú vas preso cuando regresemos? Y me dijo: sí, y vamos a sufrir mucho, pero no quiero que ni a tu mamá ni a ustedes los señalen en la calle. Vamos a pasar mucho, pero el tiempo será nuestro mejor aliado.

Y así lo ha sido. El tiempo todo lo aclara.

Finalmente, como aporte de mi familia, estoy dejando en esta biblioteca algunos de los libros escritos por mi papá:

Derechos Humanos y Libertades Públicas
La Justicia del Quijote
Teoría General del Derecho
Metas y Logros
Guerra, Revolución y Paz

Esos libros me parecieron interesantes traerlos a la Biblioteca, el de Derechos Humanos, porque papá era un defensor de los derechos humanos. La Justicia del Quijote, porque papá era un apasionado de don Quijote; Metas y Logros, un compendio de sus discursos y logros de su gobierno, entre los que debo destacar (porque es un tema que trabajo constantemente que es sobre los derechos de las mujeres), que fue el primer presidente en la República Dominicana en crear un organismo del Estado para promover los derechos de las mujeres que fue la Dirección General de Promoción de la Mujer; Teoría General del Derecho, como un aporte jurídico y académico y el último que mencioné “Guerra, Revolución y Paz” sobre sus vivencias durante la revolución de abril de 1965, que ocurrió posterior al golpe de estado que sufrió en 1963 el presidente Juan Bosch, y mi papá se unió al movimiento civil que procuraba el retorno de la constitucionalidad dominicana y en 1965 fungió como procurador general de la República en el gobierno de Francisco Alberto Caamaño, siendo a su vez miembro de la Comisión Negociadora que medió en el conflicto de la Revolución de Abril.

También traje un libro de don Frank Moya Pons: Manual de Historia Dominicana, última edición. Cuando le mencioné a don Frank que esto iba a suceder, inmediatamente me dijo: “¡Oh! Pero cómo va a ser que hay una escuela con el nombre de República Dominicana y no conozcan nuestra historia. Llévate un libro de mi parte para la biblioteca.”

Así que muchas gracias por recibirme y en nombre de las familias Jorge Blanco y Jorge Mera, especialmente mis hijas Isabel y Elia que están muy orgullosas también de que esta biblioteca lleve el nombre de su abuelo, espero que hayan conocido un poco más sobre la vida de mi padre, de sus aportes jurídicos, sociales, políticos y académicos y puedan sacar provecho de las instalaciones y los libros que he traído.

San José, Costa Rica.
27 de julio del 2023.”