Desde agosto del año pasado no había vuelto a escribir… las excusas de siempre, falta de tiempo, bollos personales, bollos profesionales… pero hoy justo el día del periodista me animo a romper el hielo y a ver si retomo la disciplina (ouch) de escribir.
A pesar de tantas cosas por las que hay que escribir del derecho de familia, de la política, de las elecciones, de lo difícil que está la vida en este país, hoy quiero hablar y dedicar este post a todos y todas mis amigos/as periodistas, a quienes he conocido por twitter y de quienes soy amiga en Facebook.
Cuando iba a estudiar en la universidad mi papá me puso como requisito que estudiara en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), y en ese momento sólo había cinco carreras disponibles: Derecho, Ingeniería de Sistemas, Hotelería, Filosofía y Administración de Empresas. Revisé los pensums, y cuando vi que Derecho era el que tenía menos matemáticas (aunque es posible que Filosofía tuviera menos, pero esa carrera no me animaba) decidí estudiar Derecho. Sí… esa es mi historia.
Gracias a mi mamá, mi querida mamá, me puse en una clase de mecanografía en el Luis Muñoz Rivera, y así aprendi a escribir rapidísimo y me encanta tomar notas. Gracias a ella puedo hacer mis reportajes sin tener ni siquiera que ver el teclado.
Siempre quise ser periodista. Es más, quiero ser periodista. Aunque me dice una querida amiga que yo no necesito estudiar periodismo ya… que se nota en mis post que esto es lo míooo! (jajaja, esto último lo agrego yo). Me encanta escribir (aunque claro, si se llevan de este blog no se notaría), me encanta reportar (gracias Twitter por darme esa oportunidad) y me encanta investigar.
Espero que en algún momento de mi vida pueda dedicarme al periodismo, a escribir, a investigar.
De todas maneras, quiero felicitar a todos y todas mis amistades periodistas, que la ejercen con tanto respeto, dignidad y entrega.
Feliz día a todos y todas.