Reflexión sobre las elecciones del 16 de mayo

Como muchas personas me canso del constante bombardeo de la política en los medios de comunicación, en las calles (en tiempo de campaña), de las promesas vacías, de las promesas incumplidas.

El descrédito que se han ganado los/as congresistas de este país han mermado mi entusiasmo. Me dan vergüenza ajena.

Crecí con la política y por mi espíritu rebelde a veces la niego, no me gusta, pero en el fondo, (como dicen los americanos “deep, deep inside”), no puedo negar que en momentos me lleno de adrenalina y de esperanza incluso con algunos candidatos/as que tiene propuestas serias y que tienen la voluntad de llegar al poder para realizar verdaderos cambios a favor de la mayoría.

 

Yo voy a votar mañana. Primero, porque desde que tengo 18 años de edad, lo he hecho, lo aprendí en mi casa. Segundo, porque tengo dos niñas y quiero que aprendan que el derecho al voto es un derecho que muchas personas en otros países no tienen la posibilidad de hacer y no pueden elegir a sus gobernantes, y que somos privilegiadas por poder ejercer ese derecho; y Tercero, porque es un deber ciudadano también. Es mi deber como parte de esta sociedad participar en la elección de personas que entiendo pueden ayudar a cambiar este sistema de corrupción y de que nada es nada, de impunidad.

 

Yo quiero una voz en el Congreso que defienda mis intereses, que, entiendo, son los de la mayoría de las personas. Que defienda los recursos naturales del país, que analice los proyectos que lleguen al Congreso y no los apruebe sin leer, que promueva la seguridad ciudadana, que defienda la inversión del dinero que recauda el Estado con nuestros impuestos.

 

Yo no quiero que una sola fuerza política domine el Congreso. Eso no es sano para nadie. Los extremos nunca son buenos. Hay que buscar el balance.

 

Estoy cansada del PLD (Partido de la Liberación Dominicana). Me cansa su prepotencia, su negligencia, su abuso de poder (en todos los sentidos), su descaro, su creerse que son los que más saben y que el pueblo es bruto. Estoy cansada de la doble moral del PLD.

 

No estoy de acuerdo con el movimiento Ninguno, por lo menos como está ahora, que no es un partido, no es nada. Y entonces? Yo tengo que anular mi voto porque no esté de acuerdo con ninguno/a de los/as candidatos/as? No creo que es la mejor forma. Yo creo que deben haber propuestas serias y posibles. Ninguno no es mi opción ahora mismo.

 

Por eso, con todo y mis desencantos con la política de este país, voy a votar mañana como siempre lo he hecho. Voy a votar blanco entero, por el PRD (Partido Revolucionario Dominicano). No es perfecto, está lleno de seres humanos con sus virtudes y sus defectos. No estoy de acuerdo con muchas cosas del partido, pero me da la esperanza de que por lo menos habrá un equilibrio en el Congreso. Los cambios se realizan desde adentro, no desde fuera.