El 10 de octubre del 2010 el periódico New York Times publicó este editorial titulado: “Dos Palabras: malgastador e ineficaz. “
Seguidora de los temas relacionados con la niñez y la adolescencia me llamó la atención que un periódico tan importante como el New York Times dedicará un editorial a este tema que lamentablemente son solamente noticia en nuestro país cuando adolescentes cometen o se ven involucrados en crímenes horrendos.
El editorial dice que el Estado de Nueva York gastará 170 millones de dólares este año en 21 centros especializados juveniles, donde trabajan más de 2,000 empleados para vigilar menos de 700 niños, lo que considera como un “desperdicio monumental bajo cualquier circunstancia”. “El hecho es que estas facilidades son desastrosamente mal administrados, y tanto como un 80% de los jóvenes que cumplen su sanción ahí terminan cometiendo más crímenes a los pocos años de salir de ahí.”
Continúa llamando la atención en el sentido de que el Estado debería cerrar esos centros especializados y abrir a su vez programas comunitarios que son menos costosos y más efectivos en cuanto a la rehabilitación de los adolescentes en conflicto con la ley penal.
Comparado con esos grandes centros especiales para adolescentes en conflicto con la ley penal que cuestan aproximadamente US$220,000.00 anuales, los programas comunitarios costarían US$15,000.00 anuales.
“Décadas de investigación muestran que mantener jóvenes ofensores encarcelados alejados de sus familias es una vía segura para convertirlos en criminales de carrera. Información preliminar recogida por el sistema de justicia juvenil de la ciudad de Nueva York sugieren que la reincidencia para los niños que son tratados a través del programa comunitario más grande de la ciudad puede ser menor que el 20%. En lugar de encarcelar a un niño, la Iniciativa de Justicia Juvenil provee intensa consejería y servicios para la familia, con el objetivo de ayudar a los padres a manejar el comportamiento de sus hijos.”
En vez de enfocarnos en aumentar o no las penas, revisemos en qué condiciones están esos adolescentes en conflicto con la ley penal, cómo podemos mejorar su situación para que cuando salgan de cumplir sus penas el riesgo de que vuelvan a cometer crímenes sea menor. Cómo podemos ayudar a esas familias? Cuánto gasta el Estado dominicano en esos Centros para adolescentes en conflicto con la ley? Por qué no se hace un centro especializado para estos adolescentes como sí se han hecho para adultos? Por qué está bien que esos adultos se re-eduquen y se reinserten a la sociedad y no darle la misma oportunidad a los adolescentes en conflicto con la ley?
Muchas preguntas y pocas respuestas de parte de las autoridades. La niñez y la adolescencia no son prioridad lamentablemente todavía en este país.