Manifestación del 11 de julio

El 11 de julio pasado, varias organizaciones no gubernamentales convocaron a toda la sociedad, a manifestarse frente al Congreso Nacional, como una forma de protesta por los feminicidios que han ocurrido e incrementado desde hace algunos años en el país (98 en lo que va de año), y además exigir responsabilidades y acciones reales al Estado dominicano para enfrentar este tema, que requiere como dice la magistrada Roxanna Reyes: presupuesto, personal y logística, y podemos añadir también educación, educación y educación, en todos los ámbitos.

 

Me movió a ir a esta manifestación, primero, lo alarmante de estos casos que ocurren en nuestras narices, y segundo, lo que dijo Rosario Espinal en el programa Líderes de mi hermano Orlando Jorge Mera, en el sentido de que existen dos posibilidades para que se produzcan cambios en un país:  1. que la clase política asuma y entienda la necesidad de cambiar las cosas , y 2. que la sociedad presione a los gobiernos a producir cambios, pero que lamentablemente esta segunda posibilidad la veía bastante difícil que sucediera porque nuestra sociedad no se moviliza.
A mí me dolió cuando dijo eso Rosario Espinal.  Y por eso cuando convocaron a esa manifestación, me dije, allá iré.  La hora me encantó también porque era de 7am a 9am, lo que daba tiempo cumplir con ese compromiso ciudadano, social, y retomar la rutina diaria laboral.
No es la primera vez que acudo a una actividad con la que me siento identificada. Ya lo hice, cuando se discutía el famoso artículo 30 de la Constitución.

En fin, entiendo que debemos movilizarnos, debemos exigir acciones concretas al Estado (sin dejar de hacer nuestra parte como sociedad, como familia, como ciudadanos responsables), no sólo en este tema sino con todos los temas que nos afectan.

Salgamos de nuestra zona de confort y vamos a movernos antes de que sea demasiado tarde y la violencia nos toque más de cerca.