Una mujer es la historia de sus actos
y pensamientos, de sus células y neuronas,
de sus heridas y entusiasmos, de sus amores
y desamores. Una mujer es inevitablemente
la historia de su vientre, de las semillas
que en él se fecundaron o no lo hicieron
o dejaron de hacerlo… Una mujer es la historia
de lo pequeño, de lo trivial, de lo cotidiano,
la suma de lo callado. Una mujer es siempre
la historia de muchos hombres. Una mujer
es la historia de su pueblo y de su raza. Es la historia
de sus raíces y de su origen, de cada mujer que
fue alimentada por lo anterior para que ella naciera:
una mujer es la historia de su sangre.
Pero también es la historia de una conciencia
y de sus luchas interiores. También
es la historia de su utopía.
Dice Josefina en Antigua vida mía
de Ángeles Mastretta
(Tomado del libro: ” Género: Femenino” de Florence Thomas)